Hasta
el momento no existe una definición internacionalmente aceptada de obesidad infantil,
aunque la Secretaría de Salud de nuestro país determina que el sobrepeso
y la obesidad son “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser
perjudicial para la salud”. Esto último se deriva del índice de masa
corporal (IMC)> percentil 95 para edad / sexo, que es el acuerdo aceptado
por los países integrantes de la Organización Mundial de la Salud.
- Sobrepeso - IMC ≥ percentil 85 pero <percentil 95 por sexo y edad
- Obesidad - IMC ≥ percentil 95 para sexo y edad
- Obesidad severa - IMC ≥ 120% del percentil 95 o IMC ≥ 35 kg / m2, lo que sea menor
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) define el sobrepeso y
obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser
perjudicial para la salud, también definiéndolo como un
desequilibrio de la alimentación y gasto de energía, debemos también de tomar
en cuenta que el entorno cultural y social en donde se encuentra una población
con altos porcentajes de obesidad, influye considerablemente si no es que casi
total (Mendoza G., Morales N., 2007).
No existe tampoco acuerdo sobre el hecho de si se puede considerar una
enfermedad, pero sí se sabe con certeza que la obesidad está caracterizada por
inflamación sistémica, crónica y recurrente. Puede tener orígenes genéticos,
hormonales, metabólicos, celulares, neuroquímicos, psicológicos, sociales y
culturales. Por tal motivo, es necesario abordar este problema sin perder de
vista su causa. El tratamiento psicológico, en todas sus etapas, parte de las
variables cognitivas (creencias), afectivas (manejo de estados emocionales
displacenteros) y ambientales (costumbres, hábitos, etc.). (Villaseñor et al.,
como se cita en Ortega, 2014).
Determinar cuándo se produce esta
acumulación excesiva de grasa es la forma más precisa para
poder diagnosticar a un niño o adolescente como obeso. La diferencia en la
composición corporal entre niños y adultos y el hecho de que los niños están en
proceso constante de crecimiento hace inútil determinar el grado de
obesidad en estas edades a partir solamente de la mayoría de estos índices, ya
que puede llevar a una subestimación o sobre estimación de los valores que se
obtienen.
Cada vez que abusemos de las golosinas, las bebidas azucaradas o la comida chatarra, o que pasemos varios días inactivos, sin hacer ejercicio, pensemos que la obesidad generalmente está acompañada de padecimientos muy serios, como:
- Enfermedades cardiovasculares
- Diabetes
- Degeneración de las articulaciones
- Presión arterial alta
- Dificultad respiratoria
- Algunos tipos de cáncer
- Factor de riesgo principal para el desarrollo de obesidad en el adulto
- Disminución de la esperanza de vida
Conceptualización de la obesidad
infantil desde diferentes corrientes teóricas
Al igual que las definiciones anteriores, la
obesidad infantil se define como una acumulación de grasa mayor de lo esperado
según el género, la talla, la edad, significando un riesgo en la salud de los
menores. El exceso de peso corporal se inicia en la infancia y de aquí es un
proceso gradual que va en paralelo con el desarrollo del niño, suele comenzar a
partir de un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético (Mendoza G.,
morales N., 2007).
De la información
proporcionada en el artículo Alteraciones psicológicas asociadas a la
obesidad infantil, se menciona la obesidad infantil desde el enfoque de las
siguientes corrientes teóricas (Ortega, 2018):
Psicoanalítica
- Fijación o regresión a la fase oral de desarrollo
- Sobreingesta por estados disfóricos (estrés, ansiedad)
- Disfunción relación madre-hijo
Sistémica
- Circuito cerrado entre estructura familiar y obesidad
- Rasgos familiares: “Hiperresponsabilidad”, sobreprotección, rigidez, crítica continua, hostilidad
Cognitivo-conductual
Factores
diferenciadores de conducta alimentaria como:
- Peso: regulación de alimentación por las características de los alimentos y no por requerimientos fisiológicos
- Deprivación: Regulación hipotalámica de la alimentación
- Restricción: Presión biológica para ganar peso en personas que reducen su peso por debajo del peso biológicamente programado
- Dieta: frecuencia y calidad de alimentos y horarios
- Estrés: modelo de efecto general y modelo de diferencias individuales
La obesidad infantil desde un enfoque sociocultural
El contexto en el que se desarrollan los niños es
muy diverso y debe ser considerado al momento de estudiar el problema de
la obesidad infantil porque existen diversos factores psicológicos, sociales y
culturales que influyen en esta situación de manera positiva y negativa.
“Vygotsky propone que lo más importante en el desarrollo humano es la
interacción social entre el individuo y su entorno” es por eso que observar la
obesidad infantil desde esta perspectiva contribuye a no solo abordar los
problemas del individuo sino también voltear a ver los problemas sociales que
participan en el crecimiento del índice de obesidad infantil en una
comunidad.
Todos los individuos vienen al mundo con una carga
genética que tiene un papel importante en su desarrollo pero es el contexto el
que termina siendo una mayor influencia y determina muchas de las acciones que
un sujeto realiza. La genética del niño determinará sólo una porción de su
conducta con respecto a un problema de obesidad y serán los factores sociales y
culturales que se enlistan a continuación los que podrán hacer la diferencia.
“La psicología de la salud se centra en la unidad más pequeña de la sociedad:
el individuo, y en cómo las experiencias de vida y las características de los
individuos influyen en su salud. Dichas experiencias son centrales, pero de
ninguna forma independientes de factores estructurales y
culturales”("Factores psicológicos, sociales y culturales del sobrepeso y
la obesidad infantil y juvenil en México" p. 596), esto quiere decir que
la educación, el nivel socioeconómico, la ubicación geográfica, el idioma y las
costumbres forman parte del individuo desde temprana edad de manera que mucho
de lo que observan en su entorno es internalizado actuando como estímulo que se
produce ciertas conductas que en el caso de la obesidad pueden ayudar para
prevenirla o si son negativas pueden ser adoptadas contribuyendo a que el
problema siga existiendo en generaciones venideras.
Como es mencionado anteriormente, “los factores
cognoscitivos juegan un papel muy importante, ya que cada uno de los individuos
valora su estado de salud y toma decisiones acerca de su dieta, el fumar o no,
el ejercitarse o no, etcétera, además de que tiene sus propias creencias
respecto a las enfermedades, o en torno a determinada enfermedad en particular”
("Factores psicológicos, sociales y culturales del sobrepeso y la obesidad
infantil y juvenil en México" p. 596), lo anterior nos explica el porqué
los programas de prevención o intervención no funcionan en determinado lugar o
para cada persona pues es una cuestión que va más a fondo, no solo trata de
presentar la problemática, ofrecer soluciones, proponer acciones y ver
resultados sino es un cambio estructural que se tiene que ver desde diversas
disciplinas para que el resultado sea posible, un cambio integral que permita
al sujeto ver desde una perspectiva nueva que tal vez cuestiona la forma en que
ha hecho todo hasta este momento y como lo hicieron las generaciones anteriores
también, pero que pueda convencerlo desde la raíz porque sabe que traerá una
buena consecuencia en su vida.
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Mendoza G., morales N. (2007) La obesidad infantil: un
proceso de construcción social [ Tesis para obtener titulo de licenciada].
Facultad de estudios superiores Iztacala. UNAM. México.
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